El 2020 está llegando a su final. En este año nos enfrentamos a muchos retos, que con ingenio y creatividad, hemos logrado sobrepasar. El 2020 es un año para agradecer. Sí, para agradecer, porque nos transformó en personas más resilientes y capaces de superar nuestras propias expectativas. Este año fue diferente, desafiante y cambió los planes al mundo entero. Por esta razón, es un año para agradecer y vale la pena reflexionar un poco sobre lo que pudimos aprender de este año tan peculiar.
El 2020 nos tomó a todos por sorpresa. En un abrir y cerrar de ojos la vida como la conocíamos cambió. Aprendimos que a pesar de la adversidad nuestra actitud siempre pesa más que las circunstancias. Nuestra casa se convirtió en nuestra oficina y nuestros hijos en compañeros de trabajo. Aprendimos un nuevo idioma o retomamos ese instrumento que habíamos olvidado. Nos dimos cuenta de que el ser humano es fascinante y que en los momentos de cambio uno puede desafiarse a sí mismo y alcanzar un nivel de fortaleza que supera nuestras propias expectativas.
Algo bueno que nos deja este tiempo es que disfrutamos de comidas hechas en casa. Dejamos volar nuestra imaginación y nos atrevimos a preparar ese platillo que tanto queríamos probar. Aprendimos nuevas recetas, conocimos los diferentes tipos de pasta, “horneamos” un pastel o torta sobre la estufa, freímos sin aceite, horneamos pan y llevamos el cine a casa con unas deliciosas palomitas con mantequilla. También, aprendimos a utilizar los Cubiertos Élite para cenas especiales en casa y nos dimos cuenta de lo versátil que son todos nuestros utensilios de cocina Rena Ware. Todo eso con el mejor ingrediente, el cariño de quien prepara la comida. Eso, sin duda, no tiene precio.
Antes, quizás muchos de nosotros subestimábamos la importancia de un abrazo, de una cena en compañía de todos nuestros seres queridos, de un picnic en el parque, las cosas más simples se convirtieron en aquellas más anheladas. También aprendimos que no debemos estar cerca para estar unidos. Sacamos el máximo provecho de las herramientas digitales para estar en contacto con aquellos a los que amamos. Ahora, más que nunca, valoramos esos momentos especiales con aquellos que son importantes en nuestra vida.
Los días en casa nos dieron tiempo para reflexionar, para valorar y para darnos cuenta de todo aquello que hemos alcanzado o queremos alcanzar. Usamos la imaginación, hicimos de las reuniones virtuales una experiencia divertida, asistimos a conciertos desde la sala de nuestra casa, aprendimos a hacer las cosas de manera diferente y a aprovechar la tecnología para acercarnos unos a otros. Nuestros planes fueron puestos en pausa, pero eso nos dio la oportunidad de tomar un momento y aprender a apreciar nuestro presente y las cosas pequeñas que hacen de nuestra vida algo especial.
En el 2020 muchas cosas cambiaron. Sin embargo, permanece igual nuestra pasión por seguir disfrutando del “Buen Comer” y celebrar la vida. Sabemos que el año termina pero los retos no. Estamos preparados para recibir el 2021; continuaremos adaptándonos para aprovechar las nuevas oportunidades y estamos seguros que lo que sea que nos traiga el nuevo año, podremos enfrentarlo exitosamente.
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