Vamos a hablar de un plato que muchos conocen, un plato clásico de nuestros hogares y que simplemente no nos cansamos nunca de su sabor, estamos hablando nada más y nada menos que del caldo de gallina, ese plato que con su calidez podemos sentir cómo alimenta nuestro cuerpo. Además, este plato es perfecto ya sea para calentar el cuerpo en un día frío, recuperar fuerzas o simplemente disfrutar de un plato lleno de sabor. Lo mejor, es muy fácil de preparar con ingredientes básicos que probablemente ya tienes en casa.
El caldo de gallina tiene algo especial: su simplicidad. Es de esos platos que no necesitan muchos ingredientes ni complicaciones para ser deliciosos. Con las presas de gallina, un buen apio, ajo y papas, ya tienes una base llena de sabor que te dejará más que satisfecho con su riquísimo sabor y que puedes compartir con los demás.
Prepararlo en casa es la mejor manera de conectar con esos sabores que siempre reconfortan. Y aunque algunos lo vean simplemente como una “receta de la abuela”, su encanto es precisamente ese: un plato casero, hecho con cariño y pensado para alimentar el cuerpo y el alma.
Y si quieres darle tu toque personal, no dudes en agregar ingredientes adicionales como fideos, choclo o incluso un poco de ají para realzar el sabor. El caldo de gallina es tan versátil que se adapta a los gustos de cada familia, convirtiéndose en un verdadero símbolo de unión y calidez en la mesa.
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Porciones40
minutes20
minutes• Dos presas de gallina con piel
• 1 diente de ajo cortado
• 1 rama de apio
• Sal
• 2 papas
• Fideos
• 1 huevo
• Cebollín
• Pimiento rojo
• Limón
El caldo de gallina es de esos platos que nunca fallan. Su preparación es sencilla, pero el resultado es increíblemente satisfactorio. Ya sea como un almuerzo reconfortante o una cena ligera, este caldo tiene el poder de hacerte sentir mejor al primer sorbo. Anímate a prepararlo en casa y descubre por qué este clásico nunca pasa de moda. ¡Te encantará!
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