Las hierbas frescas pueden transformar cualquier receta de buena a grandiosa. Su sabor y aroma únicos pueden elevar tus platos a un nuevo nivel. Sin embargo, mantenerlas puede ser un desafío. Es fácil que se marchiten o pierdan su frescura si no se conservan de manera correcta. Afortunadamente, hay formas de conservarlas para que siempre estén listas para usar en tus recetas favoritas. En esta entrada de blog, aprenderás algunos métodos efectivos para almacenar y mantener tus hierbas frescas. ¡No desperdicies más tus preciados ingredientes, sigue leyendo!
Antes de guardarlas, no olvides lavar las hojas con agua fresca, filtrada y fría de tu Filtro de Agua Rena Ware RWF-228, o cualquier otro modelo de nuestra línea Aqua ✓ Nano, para eliminar cualquier impureza o suciedad. Luego, seca el exceso de humedad de las hojas con una toalla de papel. Toma en cuenta que las hierbas no deben quedar completamente secas, sino que con poca humedad para que se conserven correctamente.
Si son hierbas resistentes como el tomillo, romero o salvia, puedes optar por envolverlas en papel de cocina y colocarlas en bolsas herméticas antes de guardarlas en el refrigerador.
Por otra parte, si las hierbas que vas a guardar son tiernas, como el cilantro y el perejil, puedes conservarlas de manera segura y delicada en un frasco hermético con tapa. Corta las bases de los tallos y añade una poco de agua en el fondo, de forma similar a como guardarías un ramo de flores. La única diferencia es asegurarte de sellar bien el recipiente para evitar que las hojas se resequen y marchiten en el refrigerador. Las hierbas pueden quedar un poco dobladas dentro del recipiente, pero eso no importa, siempre y cuando no estén sumergidas en el agua. Con este método, podrás mantener hierbas frescas durante varios días.
Por otro lado, si tienes una gran cantidad de hierbas que no podrás usar a corto plazo y tampoco tienes espacio en el refrigerador, puedes considerar secarlas. Esto se logra colgándolas boca abajo en un lugar seco y oscuro. Una vez que estén completamente secas, podrás almacenarlas en un recipiente hermético y conservarlas allí hasta que encuentres la receta ideal para utilizarlas.
Al congelarlas, evitas que pierdan sus propiedades aromáticas. Un método sencillo es picar finamente las hierbas y colocarlas en bandejas de cubitos de hielo junto con un poco de aceite de oliva, mantequilla derretida, agua o caldo de verduras, pollo o carne, en el congelador. De esta manera, las tendrás listas para usar en cualquier momento, ya sea para añadir sabor a tus platos calientes o para darle un toque especial a tus bebidas refrescantes, si optaste por congelarlas solo con agua.
Una forma de asegurarte de tenerlas disponibles todo el tiempo es plantar un jardín en casa. Las hierbas son fáciles de cultivar y no necesitan mucho espacio. Hazlo siguiendo estos sencillos pasos:
Elije el lugar adecuado: Busca un lugar soleado en tu hogar, como una terraza, balcón o ventana.
Prepara el suelo: Asegúrate de tener un suelo poroso y bien drenado. Puedes mezclar tierra de jardín con arena o perlita para mejorar el drenaje.
Elige las hierbas: Algunas opciones populares e indispensables son la albahaca, el perejil, el cilantro, la menta y el romero. Considera tus preferencias culinarias y el espacio disponible al elegir.
Planta las hierbas: Si las vas a sembrar desde semillas, sigue las instrucciones del paquete. Si prefieres plantas ya establecidas, trasplántalas cuidadosamente en tu jardín.
Proporciona cuidados adecuados: Riega las hierbas regularmente, asegurándote de no sobrepasarlas ni dejarlas secas. Retira las malas hierbas que puedan competir con tus plantas y aplícales fertilizante según sea necesario.
Cosecha y disfruta: A medida que tus hierbas crezcan, podrás cosecharlas para usarlas en tus comidas. Recuerda no arrancar toda la planta de raíz y cortar solo lo que necesites.
Sin importar que seas un chef profesional o un aficionado de la cocina, las hierbas son un ingrediente esencial en tu cocina. Aprender a conservarlas adecuadamente puede ahorrarte dinero y tiempo y mejorar el sabor de tus comidas. Pon en práctica estos consejos para mantenerlas durante más tiempo, y así siempre tendrás los ingredientes perfectos a mano para darle sabor a tus platos.
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